jueves, 16 de mayo de 2013

3ra GUERRA MUNDIAL

¿Podríamos vivir una tercera guerra mundial?

El científico ruso ha dicho al Russia Today que en esta década el mundo sufrirá una “gran inestabilidad política y tecnológica” y los países que no se adapten al nuevo ciclo retrasarán su desarrollo unos cincuenta años. Esto lo asegura basándose en la teoría de las ondas de Kondratiev, unas fluctuaciones cíclicas de larga duración –entre 40 y 60 años- que constan de fases de ascenso y descenso.

En las fases de ascenso, la economía crece, lo que obliga a cambios en la sociedad. Sin embargo, el desarrollo social no consigue alcanzarse y llega la fase de descenso, caracterizada por las caídas en la economía. Estas fases de decadencia vuelven a obligar a una restructuración política y social.

Según estos investigadores, las dos guerras mundiales confirmarían que la teoría de ciclos largos de la economía es verídica. La Primera Guerra Mundial pertenecería a la denominada onda de la revolución técnica, que tuvo lugar entre 1880 y 1940. Por su parte, la Segunda Guerra Mundial, considerada el mayor conflicto armado de la Historia, corresponde a la fase de la revolución científico-técnica.

Los partidarios de esta teoría ven indicios de la llegada de una nueva fase de descenso en la crisis económica mundial y el conflicto que está teniendo lugar entre Corea del Norte y Corea del Sur, por lo que la Tercera Guerra Mundial podría llegar en los próximos años.


Las fases de una onda Kondrátiev o las llamadas Cuatro Estaciones

Las fases de una onda son cuatro y por analogía se comparan con las estaciones meteorológicas anuales, estas, se pueden considerar de la manera siguiente:

Primavera (1949-1966): Momento en la economía y los mercados de gran expansión económica con gran capacidad de ahorro de los ciudadanos, tipos de interés bajos, donde las acciones cotizadas y los bienes raíces son las mejores inversiones a realizar.
Verano (1966-1982): El tiempo donde la alta inflación, altos tipos de interés y fuerte volatilidad en los mercados más las inversiones en metales preciosos, productos básicos y bienes raíces… siguen creando grandes rentabilidades.
Otoño (1982-2000): El “climax” del ciclo ha llegado en ese momento, las acciones y los bonos se disparan, las burbujas especulativas se crean en distintos productos financieros así como en el mercado inmobiliario. Comienzan los desequilibrios graves con un deterioro preocupante en el ahorro, por lo tanto se acude a la deuda privada, empresarial y pública… ¿Les suena la situación?
Invierno (2000-¿2016?): Tras los excesos económicos del otoño, los mercados corrigen y proceden a purgar “la indigestión dineraria” produciéndose una gran contracción de la economía, que lleva a la deflación e incluso a la recesión o la depresión. La situación hace subir el precio del oro, repudiar la deuda de todo tipo, genera crisis bancarias, quiebras y muchas ejecuciones hipotecarias con el consiguiente descontento generalizado de la población.

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